Hoy por supuesto las plumas echan chorros de tinta como para apagar un incendio en la hoja blanquísima que de repente se ve violada sin compasión por plumas, sacudidas por el frenesí escribitorio de una especie de maníacos con el antifaz aún puesto, que ven como mañana vence cierto plazo. Así que como es el día de los muertos vivientes, que todo el mundo sabe que es el domingo, claro, o quizás un lunes, se levantan de la cama rascándose lugares cuya mención aquí no tiene cabida y en algún momento del enfebrecido no-recordar-lo-que-hice-anoche recuerdan lo que tienen que hacer para mañana. Dejo a su discreción poner una interjección que concuerde con cada uno de estos maniáticos que conocen como inefables, igualito que un ejercicio del cole de rellenar sobre la línea, ¿Qué dirá wao?¿Qué dirá sirag?. Luego suben a sus autos locos y empieza la carrera; desgraciadamente no podremos hacerles partícipes a ustedes del resultado hasta que alguien cruce la línea de meta primero, pero después... después encontrarán unas tres historias largas aproximadamente, más o menos tres, más o menos largas, más o menos historias, que les recordarán porque siguen visitando este insi-diario, porque no tienen perdón de Dios. ¿En qué estaban pensando?¿Cuándo lo escribieron? NO. !Cuando lo leyeron!